En una sociedad cada vez más globalizada, pero a la vez más tendente a que los esfuerzos empresariales sean de carácter individual, es importante revindicar el papel del asociacionismo como elemento coordinador entre los dos principales ámbitos que confluyen en el día a día de las empresas: el público y el privado. Las Asociaciones son el motor que, debidamente engrasado, hacen posible que la ecuación funcione.

El área de la sostenibilidad no es ajeno a lo expuesto y es importante que en estos momentos en que se busca dar un impulso al producto gastronómico sostenible, unos de los principales actores de este compromiso con el medio ambiente y las personas como son los establecimiento de hostelería, tomen conciencia de la importancia de colaborar para tratar de conseguir los fines y metas marcados.

Desde este punto de vista, la misión de cualquier Asociación será siempre la de tratar de identificar oportunidades que puedan ser aprovechadas por sus miembros. Está, desde luego, en manos de los integrantes de los diferentes colectivos, y en nuestro caso concreto en los establecimientos hosteleros identificados con una gastronomía sostenible, el que la Asociación que les represente tenga la capacidad y los recursos necesarios para poder trabajar en la dirección indicada.